Jueves, 19/09/2013

Hace tiempo que no pinta bien el panorama para los empleados públicos (bueno, ni para ellos ni para casi nadie), y más en concreto para los de la Comunidad Valenciana, que vienen sufriendo desde 2010 una serie de actuaciones que, al ya tradicional descrédito y desvirtuación de su imagen, añaden una merma importante de sus condiciones laborales y retributivas.

Tras la promulgación del Estatuto Básico del Empleado Público no se ha desarrollado nada de lo que contenía de positivo y únicamente ha servido para dar cobertura legal, en junio de 2010, al primer recorte a los trabajadores de la administración desde el advenimiento de la democracia. Esto se produjo unos meses después de haber suscrito el mejor acuerdo de los últimos tiempos para los empleados públicos que, como casi siempre ocurre con este tipo de acuerdos, quedó en agua de borrajas.  Leer más

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